domingo, 12 de septiembre de 2010

Oración de un penitente, Salmo 38

Puede sonar tonto pero es lo que menos es, cuando tengas una inquietud muy grave en tu corazón, si tienes fe, pide que la Biblia te muestre algo, yo la abrì y mis ojos se fueron a este salmo.
Uno no busca entre las miles de páginas. Debe ser por algo.
Agradezco a Dios por darme consuelo. Y en internet encontre tantas versiones de este salmo "modernizado", pero que me quedo con este, que es en la versiòn que sigue mi familia. En otros reemplazan la palabra Jehová por Señor, y reemplazaron enlutado por "ando triste"... mmm de pronto las versiones se diferencian mucho. BUENO, leánlo ustedes mejor.

Salmos 38 -Oración de un penitente.
Salmo de David.

Jehová, no me reprendas en tu furor,
Ni me castigues en tu ira.
Porque tus saetas cayeron sobre mí,
Y sobre mí ha descendido tu mano.
Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira;
Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza;
Como carga pesada se han agravado sobre mí.
Hieden y supuran mis llagas,
A causa de mi locura.
Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera,
Ando enlutado todo el día.
Porque mis lomos están llenos de ardor,
Y nada hay sano en mi carne.
Estoy debilitado y molido en gran manera;
Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.
Señor, delante de ti están todos mis deseos,
Y mi suspiro no te es oculto.
Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor,
Y aun la luz de mis ojos me falta ya.
Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,
Y mis cercanos se han alejado.
Los que buscan mi vida arman lazos,
Y los que procuran mi mal hablan iniquidades,
Y meditan fraudes todo el día.
Mas yo, como si fuera sordo, no oigo;
Y soy como mudo que no abre la boca.
Soy, pues, como un hombre que no oye,
Y en cuya boca no hay reprensiones.
Porque en ti, oh Jehová, he esperado;
Tú responderás, Jehová Dios mío.
Dije: No se alegren de mí;
Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.
Pero yo estoy a punto de caer,
Y mi dolor está delante de mí continuamente.
Por tanto, confesaré mi maldad,
Y me contristaré por mi pecado.
Porque mis enemigos están vivos y fuertes,
Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.
Los que pagan mal por bien
Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
No me desampares, oh Jehová;
Dios mío, no te alejes de mí.
Apresúrate a ayudarme,
Oh Señor, mi salvación.

No hay comentarios: